A partir de esta campaña de cereales de invierno, Syngenta incluirá dentro de su portafolio de productos curasemillas un funcigicida de síntesis biológica desarrollado por Rizobacter, junto al INTA. Se trata de un terápico formulado en base al hongo Trichoderma Harzianum (Rizoderma), de comprobada eficacia para controlar todas las enfermedades de semilla y de suelo que afectan la germinación y desarrollo inicial en el cultivo de trigo. Actualmente, está también registrado en SENASA para soja y arroz, y próximamente será aprobado para cebada y legumbres de invierno, como arveja y garbanzo. Por ser un fungicida biológico, promueve nuevos mecanismos de acción buscando minimizar los riesgos de resistencia a enfermedades y una mayor persistencia de control. Al mismo tiempo, ofrece nuevas herramientas más sustentables e inocuas para el medio ambiente y usuario final. Si bien será Syngenta Argentina quien dará el primer paso en comercializar este nuevo concepto de protección de semilla, el potencial de expansión y crecimiento es muy superior ya que incluye mercados como el europeo donde la demanda de insumos biológicos es cada vez mayor. Para tomar de referencia, sólo en Argentina, la tasa de crecimiento de esta tecnología ha sido mayor al 120% año tras año, ocupando más de un millón de hectáreas de trigo durante los últimos tres años. Con este nuevo acuerdo, Syngenta y Rizobacter renuevan su mutua confianza para continuar liderando juntos el mercado de tratamiento de semillas en los principales cultivos. Sumando esta nueva estrategia de manejo sustentable y altamente eficiente en la protección de los cultivos, ambas compañías garantizamos al productor un amplio abanico de tecnologías para alcanzar la máxima seguridad de emergencia y lograr altos rendimientos de sus cultivos.